Dislexia, el desorden de las palabras
Son las nueve de la
mañana y Antonio, de 9 años y estudiante de cuarto de primaria, llega al colegio.
Empieza el día con clase de español, la asignatura que, junto a los idiomas,
más le cuesta. El porqué es sencillo: es disléxico. El simple hecho de analizar
una oración, hacer un dictado o leer un texto que su profesora propone es para
él mucho más complicado que para sus compañeros.
El suyo no es un caso
aislado: “en México entre el 10% y el 15% de la población sufre algún tipo de
‘dificultad específica del aprendizaje’. Un grupo de trastornos –en los que se
incluye la dislexia– que son responsables de cuatro de cada seis fracasos
escolares”. Así lo explica Iñaki Muñoz, presidente y embajador para
Hispanoamérica de la Organización Internacional de las Dificultades Específicas
de Aprendizaje, OIDEA, y presidente de la Asociación Dislexia y Familia, DISFAM.
Los síntomas comunes son confusión de letras y sílabas,
omisiones al escribir y falta de coordinación
Los síntomas de la
dislexia son muy variados: la confusión de letras y de sílabas, omisiones de
letras y palabras al escribir o problemas de coordinación psicomotriz. “Cuando
observamos que un niño o niña, en el colegio, es inmaduro para su edad, le
cuesta la lectura o no le gusta, y tiene problemas para situarse en el tiempo
–días de la semana, meses u horas– podemos pensar que, probablemente, sufra
dislexia”, comenta Muñoz.
Pese a las distintas
teorías que explican las causas y manifestaciones de este desorden del
aprendizaje, “todas lo presentan como un problema fundamentalmente fonológico”,
explica Manuel Carreiras, director científico del Centro Vasco de Cognición,
Cerebro y Lenguaje (BCBL por sus siglas en inglés).
Los disléxicos tienen
dificultades para identificar un sonido concreto con un grafema –la unidad
mínima de la escritura de una lengua–, en este caso con una letra. Algo que,
normalmente, se aprende cuando se empieza a leer.
Algunos tienen asociados
otros trastornos como la dispraxia –dificultad para la coordinación
psicomotriz– o la discalculia –problemas con las matemáticas y la comprensión
del tiempo–. A veces, además, los disléxicos sufren problemas de oído.
Adquirida y evolutiva
Los expertos distinguen
varios tipos de dislexia: la adquirida, producida tras un accidente
cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico o tumor; y la dislexia
evolutiva, que se manifiesta durante el desarrollo de la persona.
“Hoy en día hay, además,
estudios que consideran que la dislexia evolutiva tiene un origen genético”,
añade Carreiras. Ya en 2003 científicos de la Universidad de Helsinki
(Finlandia) y del Instituto Karolinska de Suecia, afirmaron que el gen DYX1C1
tiene un papel importante en la migración neuronal y, por tanto, podría
explicar la presencia de la dislexia.
Para abordar este
trastorno de forma satisfactoria es imprescindible que se diagnostique de forma
temprana. Muñoz explica que “para evitar que el niño tenga secuelas emocionales
como depresión, ansiedad, fobia escolar o trastornos del sueño y de la
alimentación, es importante que familias y profesionales estén bien informados
y actúen para saber qué está pasando”.
Actualmente existe
el protocolo de detección Prodislex, elaborado por expertos y que se puede
descargar de forma gratuita en la página web de la Asociación Disfam.
Para abordar este trastorno satisfactoriamente es imprescindible
que se diagnostique de forma temprana
La aparición de las
señas características de la dislexia a una u otra edad varía en función de la
persona. Los expertos aseguran que lo más común es que los problemas aparezcan
cuando se empieza a leer. Sin embargo, “en otros casos no se detecta hasta que
llegan a bachillerato o incluso a la universidad”, apunta Muñoz.
Problemas para calcular el
tiempo
Los padres de Antonio se
dieron cuenta de que pasaba algo cuando tenía seis años, porque los profesores
notaron que “estaba muy despistado y no recordaba las cosas que leía, tenía que
releerlas una y otra vez”, explica su madre. Y, sobre todo, “me costaba mucho
saber cuánto tiempo era una hora o un mes”, explica el joven. Algo que le sigue
pasando.
Al principio los
profesores recomendaron a su madre que no se preocupara, que algunos niños
aprenden más despacio que otros. Pero cuando llegó a tercero de primaria, tras
ser aconsejada por una profesora, decidió llevar a su hijo a un especialista.
Entonces le
diagnosticaron dislexia y fue cuando empezó todo: las visitas al logopeda, las
clases de refuerzo y el trabajo en casa para ponerse al día con las
asignaturas. Actualmente, el joven necesita apoyo particular para prácticamente
todas las materias que estudia, lo que le ha permitido aprobar siempre todo y
no repetir ni un solo curso.
En algunos casos, la dislexia genera efectos socioemocionales y
de atención que también deben tenerse presentes
Tener unos resultados
satisfactorios en el colegio es posible con la ayuda necesaria porque, pese a
los problemas y dificultades derivados de este trastorno, la dislexia no merma
las capacidades intelectuales. Según Carreiras, “su inteligencia es
completamente normal y pueden hacer una vida como la de cualquier otra
persona”. Así, pueden desarrollar una carrera profesional de éxito, como
ya hicieron el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y el famoso actor
Tom Cruise.
Las emociones también se
descolocan
Además de los déficits cognitivos
producidos en el procesamiento fonológico que sufren los disléxicos, existe
también una dimensión emocional que subyace en este tipo de dificultades del
aprendizaje.
Según Sylvia Defior,
psicóloga especializada en dislexia y profesora del Departamento de Psicología
Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Granada, “la dislexia genera
efectos socioemocionales y de atención en algunos casos”. Unos aspectos a los
que, asegura, hay que prestar atención cuando se hace el diagnóstico.
Desde la Disfam
advierten de que los niños con trastorno de aprendizaje, especialmente los
disléxicos, pueden manifestar alteraciones en su vida afectiva debido a sus
fracasos en el colegio y en su vida cotidiana. Esto ocasiona problemas
emocionales y de comportamiento, como ansiedad, problemas de alimentación o de
sueño y cambios de humor.
Por eso, Defior
considera que en los exámenes es conveniente “explicarles las preguntas, darles
más tiempo para contestar, permitirles utilizar recursos de apoyo y no
penalizarles en exceso cuando cometan errores ortográficos”.
Para facilitar el
proceso educativo a quienes sufren dislexia, la tecnología aplicada a estos
alumnos es un campo importante para su apoyo en las aulas. Actualmente
existen instrumentos como ClaroRead, un programa multisensorial que pone
voz a textos escritos en más de 40 idiomas y que, “como todas las tecnologías
que contribuyan a la mejor educación de los disléxicos, es un paso adelante”,
comenta Defior.
Al tiempo que la
tecnología evoluciona y que los centros educativos mejoran su apoyo a quienes
sufren este trastorno, es necesario que se siga investigando la dislexia
porque, concluye Carreiras, “estaremos en mejor disposición de diseñar métodos
más efectivos que mejoren la calidad de vida de este numeroso colectivo”. Un
objetivo al alcance de la sociedad.
En busca de respuestas en el cerebro
Para comprender mejor la dislexia y combatir sus consecuencias
durante el aprendizaje escolar, el BCBL participa actualmente en el proyecto
Consolider-COEDUCA, que cuenta con una muestra de 5.000 escolares de enseñanza
primaria y secundaria. Algunos de estos alumnos sufrían dislexia y otros no, lo
que “nos permitió comparar ambos grupos y extraer conclusiones”, asegura
Carreiras.
Su objetivo es saber cuáles son las bases neurales y genéticas
que determinan los mecanismos de adquisición del conocimiento. De este modo,
podrán mejorar los sistemas de aprendizaje y educación y diseñar políticas
educativas que mejoren los sistemas de aprendizaje y reduzcan el fracaso escolar.
Carreiras explica que “el aprendizaje y la educación están
íntimamente relacionados con los mecanismos del desarrollo cerebral”. Por eso,
el proyecto analiza también el funcionamiento y los cambios que sufre el
cerebro durante el desarrollo de la lectura y de los procesos de atención y de
emoción.
Aunque por el momento sus resultados, asegura, “son preliminares
porque estamos en una fase de análisis de muchos datos”, ya han obtenido
algunos indicios importantes que esperan poder concretar y confirmar en los
próximos meses.
En primer lugar, parece que “la dislexia en español –una lengua
transparente, en la que es más fácil que en otras realizar las correspondencias
entre letras y sonidos– se manifiesta de forma similar a lo que ocurre en
lenguas con ortografías opacas –donde esas correspondencias no son
transparentes– como el inglés”, añade Carreiras.
También han observado que hay diferencias entre niños
monolingües y bilingües en habilidades cognitivas que se manifiestan ya en la
educación primaria, y que entrenar la atención de los estudiantes puede
provocar cambios cerebrales en las redes asociadas a la lectura.
El BCBL está inmerso, además, en la organización
del Congreso Internacional sobre Lectura y Dislexia del
Desarrollo (IWORDD por sus siglas en inglés), que se celebrará en San
Sebastián en mayo de 2013 y en el que participarán científicos de todo el mundo
para intercambiar información sobre los orígenes, las causas, las concepciones
y las manifestaciones de la dislexia.
No es casualidad que en
China el número de disléxicos sea mucho menor que en México. Muchos de sus
ideogramas son fáciles de entender con un poco de intuición. Expresan imágenes
y no letras, formas inventadas y vacías de contenido por sí mismas como nuestro
alfabeto.
Cuando un niño chino ve
es capaz de interpretar "hombre" si cualquier adulto le ha explicado
antes que ese signo es la simplificación del dibujo de una persona. Un poco de
imaginación basta. Ese hombrecito, combinado con otros, adquiere distintos
significados.
Por ejemplo, dos
hombres, será "todo el mundo".
En 2001 un equipo
internacional de científicos afirmaba que en todos los casos la base
neurológica es la misma, pero se manifiesta de modo distinto según la
ambigüedad ortográfica del idioma. El estudio, realizado entre niños de 10 años
mostró, que el porcentaje de disléxicos es el doble en Estados Unidos que en
Italia. En inglés The pen is on the table se pronunciaría "De pen is on de
teibol", o sea, su pronunciación no tiene nada que ver con la grafía. En
italiano la misma frase La penna é sul tavolo se pronuncia igual que se
escribe, igual que en español: "El bolígrafo está sobre la mesa".
A, b, z, ñ, q, n, s, l,
c, y, r, f, s... Son signos vacíos y difíciles de entender para las cabezas que
funcionan por imágenes.
Regalo!!!!
Tú aportación es de muy buen calidad me parece quees muy importante tratar dislexia de manera más abordada generando aspectos que a base de preguntas y respuestas nos lleven a una conclusión más general sobre que la dislexia y como se puede controlar.
ResponderEliminarY muy buena la aportación del juego de ajedrez. (Y)
bueno yo creo que la dislexia seria mas bien un problema por falta de lectura, y atencion por padres de familia, y que quizas nuchas veces ni los mismmos padres de familia se dan cuenta de este problema hasta que su hijo ya es muy grande
ResponderEliminarMe parece un articulo muy completo, el dato sabre porque las personas chinas son menos afectados por la dislexia me pareció muy interesante, y el regalo que dejo un gran juego para ejercitar la mente una felicitación para blogopapa
ResponderEliminarLos niños pueden presentar diversas dificultades de aprendizaje, no solo la dislexia tambien pueden presentar , la discalculia, disortografia y TDAH. También a veces hay problemas de lenguaje o motóricos o auditivos.
ResponderEliminarAtte: Georgina Gonzalez
Los niños pueden presentar diversas dificultades de aprendizaje, no solo la dislexia tambien pueden presentar , la discalculia, disortografia y TDAH. También a veces hay problemas de lenguaje o motóricos o auditivos.
ResponderEliminarEsta información es muy interesante, y me resulta importante aportar un poco a este tema por eso les presento los siguientes tips para los docentes de que hay que hacer o saber cuando se presente en el aula un problema de aprendizaje:
ResponderEliminarConsejos para Maestros
Aprenda lo que más pueda sobre los diferentes tipos de problemas del aprendizaje. Los recursos y organizaciones al final de esta publicación le ayudarán a identificar técnicas y estrategias específicas para apoyar educacionalmente al alumno.
¡Aproveche la oportunidad de hacer una gran diferencia en la vida de este alumno! Averigüe cuáles son las potencialidades e intereses del alumno y concéntrese en ellas. Proporcione al alumno respuestas positivas y bastante oportunidades para practicar.
Revise los archivos de evaluación del alumno para identificar las áreas específicas en las cuales tiene dificultad. Hable con especialistas en su escuela (por ejemplo, maestros de educación especial) sobre métodos para enseñar a este alumno. Proporcione instrucción y acomodaciones para tratar con las necesidades especiales del alumno. Algunos ejemplos incluyen:
Dividir las tareas en etapas más pequeñas y proporcionar instrucciones verbales y por escrito;
Proporcione al alumno más tiempo para completar el trabajo escolar o pruebas;
Permita que el alumno con problemas en la lectura use libros grabados (disponibles de Recording for the Blind and Dyslexic, el cual se encuentra en la lista de Organizaciones al final de esta publicación);
Deje que el alumno con dificultades en escuchar pida prestadas las notas de otros alumnos o que use una grabadora;
Deje que el alumno con dificultades en escribir use una computadora con programas especializados que revisen la ortografía, gramática o que reconozcan el habla.
Enseñe destrezas para la organización, destrezas de estudio, y estrategias para el aprendizaje. Estas ayudan a todos los alumnos, y en particular a aquellos con problemas del aprendizaje.
Trabaje con los padres del alumno para crear un plan educacional especial para cumplir con las necesidades del alumno. Por medio de la comunicación regular con ellos, pueden intercambiar información sobre el progreso del alumno en la escuela.
es importante investigar en casos especiales para llegar mas a fondo a conclusiones que a si a simple vista no se pueden observar, sino que solo tratando directamente en le caso de algún niño o persona se puede generar esa duda que lleva a realizar y responder interrogantes que nos ayudaran a crear una posible solución a los problemas de aprendizaje que existen hoy en día..
EliminarEl articulo está muy completo, realmente es muy interesante el dato sobre la comunidad china. Todas las personas debieran estar informados acerca de este problema pero más que nada los docentes deben de tomar en cuenta que un niño con dislexia presenta los siguientes síntomas:
ResponderEliminarDificultad para leer oraciones o palabras sencillas. Suelen presentarse problema frecuentes con palabras cortas como del o por
Invierten las palabras de manera total o parcial, por ejemplo casa por saca
Escriben la misma palabra de distintas maneras
Invierten las letras, por ejemplo p por b, o d por b
Tiene dificultadas para ver que una palabra está mal escrita
Cometen errores de ortografía raros, como merc por comer
Copian las palabras mal aunque están mirando cómo se escriben
Conocen una palabra pero usan otra, como gato por casa
Tienen dificultades para distinguir la izquierda de la derecha